lunes, 25 de febrero de 2008

Alumnos primarios en Francia investigarán la vida de los niños víctimas de la Shoá


El proyecto educativo fue presentado por el presidente Nicolas Sarkozy. Sectores docentes y pedagogos criticaron la determinación por significar una carga psicólogica negativa para los estudiantes.

Cada alumno francés que curse el último año de la escuela primaria deberá, a partir del próximo ciclo, investigar la vida de uno de los 11.400 niños que murieron víctimas del nazismo.

La iniciativa fue anunciada por el presidente Nicolas Sarkozy y provocó una polémica, especialmente por el rechazo expresado desde el sector docente.

Tras reunirse este miércoles con los miembros de la comunidad judía local, Sarkozy presentó el proyecto para confiar a cada estudiante “la memoria de un niño francés víctima de la Shoá”.

El diario Le Monde publicó este viernes que la idea del mandatario causó “perplejidad, preguntas y el rechazo” de los profesores de Historia, psicólogos y pedagogos.

“Lo que nosotros buscamos es que no se banalice el antisemitismo, especialmente en los jóvenes”, expresó en un comunicado el Consejo Representativo de Instituciones Judías de Francia (CRIF).

Serge Klarsfeld, señalado como quien asesoró a Sarkozy para impulsar la iniciativa, opinó que es “positivo que la memoria sea difundida” en la primaria. “No es una misión mórbida, es una obra de vida que debe permanecer en cada estudiante”, dijo.

Por su parte, el ministro de Educación francés, Xavier Darcos, aseguró que este tipo de “relación personal” que el alumno tendrá con el menor víctima del nazismo “podrá luego permitir construir un trabajo pedagógico”.

Cada 27 de enero, desde 2003, se celebra en las escuelas francesas el Día en Memoria del Holocausto. Además, la currícula de los establecimientos posee actividades específicas supervisadas por la Fundación por la Memoria de la Shoá.

También se difunde la obra de sobrevivientes como Primo Levi o Elie Wiesel, se organizan visitas al Memorial del Holocausto y viajes al lugar donde funcionó el campo de exterminio de Auschwitz, en Polonia.Sin embargo, las críticas al proyecto se hicieron oír rápidamente. El psiquiatra Boris Cyrulnik, consultado también por el diario Le Monde, se preguntó qué capacidad emocional puede tener un alumno de nueve o diez años para soportar la historia de una víctima del régimen nazi.

“No puede implicarse personalmente a un estudiante en la identificación de un destino trágico de un deportado”, expresó.

El proyecto causó la reacción contraria de los principales sindicatos de docentes. “Es un trabajo que puede hacerse colectivamente en clases”, consideró Frédéric Kochman, especialista en adolescentes “Los maestros están hartos”, aseveraron representantes del sindicato SGEN-CFDT.

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