sábado, 10 de mayo de 2008

DVD6:LA REVISION DEL HOLOCAUSTO PARA PRINCIPIANTES


En el Proceso de Nuremberg (1945-1946), el tribunal de los vencedores acusó particularmente a la Alemania vencida: 1) de haber ordenado y planificado el exterminio físico de los judíos de Europa; 2) de haber elaborado y utilizado a tal fin unas inexistentes armas de destrucción masiva llamadas, en particular, “cámaras de gas”; 3) de haber provocado, esencialmente mediante esas armas pero también por otros medios, la muerte de seis millones de judíos. Para respaldar esta triple acusación, retomada desde hace sesenta años por el conjunto de los grandes medios de comunicación occidentales, no se ha presentado ninguna prueba que resista al examen. El profesor Robert Faurisson concluyó en 1980 que: «Las pretendidas cámaras de gas hitlerianas y el pretendido genocidio de los judíos forman una misma y única mentira histórica, que ha permitido una gigantesca estafa político-financiera cuyos principales beneficiarios son el Estado de Israel y el sionismo internacional y cuyas principales víctimas son el pueblo alemán, si bien no sus dirigentes, y el pueblo palestino en su totalidad.» En casi sesenta años, los revisionistas, empezando por los franceses Maurice Bardèche y Paul Rassinier, han acumulado, desde el punto de vista histórico y científico, una impresionante serie de victorias sobre sus adversarios. Aquí se presentan algunos ejemplos de estas victorias. El revisionismo no es ninguna ideología sino un método inspirado por la búsqueda de la exactitud en el campo de la historia. Las circunstancias hacen que el revisionismo ha llegado a ser también la gran aventura intelectual del tiempo presente.
Remitámonos a los hechos. Las interpretaciones quedan en manos de cada cual. Por ejemplo, en 1939, existían unos 15.700.000 judíos en el mundo. Tras la Segunda Guerra Mundial, este número había alcanzado la cifra de 18.000.000. De buen principio se habló de SEIS MILLONES de víctimas, de los cuáles 4.000.000 habrían sido “gaseados” en Auschwitz. En 1990, se descubrió que sólo habían sido 1,5 millones los gaseados en Auschwitz, una diferencia de 2,5 millones como si nada. Al mismo tiempo, el Director del Museo de Auschwitz, el polaco Dr. Franciszek Piper, tras retirar las placas conmemorativas de los 4 millones y sustituirlas por unas nuevas, anunció que las así llamadas “cámaras de gas” habían sido ¡construidas por los soviéticos DESPUÉS de la guerra! La Cruz Roja Internacional, que tuvo acceso a los mismos y los supervisó, informó que habían fallecido únicamente 300.000 personas de las más diversas nacionalidades en todos los campos alemanes, y por las más diversas causas, incluyendo vejez, bombardeos aliados, enfermedades y muerte natural en 12 años. De todos ellos apenas la mitad eran judíos (unos 150.000). La mayoría de ellos fallecieron a causa de las epidemias de tifus desatadas con el aniquilamiento de las infraestructuras alemanas, a causa de los bombardeos de destrucción masiva aliados, que causaron muchas víctimas, incluyendo no sólo las de muchos presos, sino también las de enfermeras, médicos y el mismo personal de administración de los campos y civiles alemanes. En todos los territorios de la Europa ocupada por los alemanes no habían más de 2,4 millones de judíos. Pero después de la guerra 3,8 millones de judíos “sobrevivientes” reclamaron indemnizaciones económicas al gobierno alemán. Por lo demás, como afirma el historiador y documentalista británico David Irving, nunca, nadie, ha encontrado jamás hasta el día de hoy un documento de Adolf Hitler ordenando el exterminio de pueblo judío. Tampoco han sido encontradas jamás las famosas "pastillas de jabón" y mucho menos han sido puestas bajo el análisis científico de un laboratorio…

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