sábado, 10 de mayo de 2008

Los 'huecos' apoyan la salida del closet del nieto de Salvador Allende Gossens


El Movimiento de Integración y Liberación Homosexual de Chile (Movilh) expresó hoy su completa satisfacción porque el nieto del ex presidente Salvador Allende, Alejandro Fernández, hablará por primera vez a través de un medio nacional sobre su orientación sexual, a la vez que «su testimonio nuevamente demuestra que las minorías sexuales estamos en todas partes».
El testimonio de Alejandro «es invaluable no sólo para armar de mejor manera el rompecabezas de la política tradicional, sino también para conocer cómo esta se vinculó con un tema que en las décadas pasadas fue absolutamente censurado», señaló la organización.
Agregó que «valoramos con especial emoción que Alejandro relate con tanta fuerza, dignidad y seguridad su historia, lo cual obviamente es explicable por una valentía infinita que se fue forjando desde niño».
En ese sentido el Movimiento señaló que «al ser cada vez más recurrente la salida de clóset de diversas personas, como ha sido el caso de policías, profesores y jueces, no faltará mucho tiempo en que ministros, senadores, sacerdotes, y diputados hagan lo mismo y seguramente ello facilitará aún más nuestra lucha».
«Todas estas historias que hemos ido conociendo, requieren de una vez por todas ser escuchas por las autoridades, pues en sus familias hay y hubo homosexuales y darles la espalda a ellos, y al resto de las minorías sexuales, es de una insensibilidad grotesca».
En entrevista publicada ayer por el periódico La Tercera, Alejandro, quien en la actualidad vive en Nueva Zelandia, recordó que a los 10 años supo que era homosexual, lo cual asumió en su paso por Chile en la década de los noventa y tras terminar su enseñanza media en Cuba.
«Por muchos años estuve en negación total con lo de la homosexualidad. Tuve muchas parejas mujeres, pero sentía que me estaba mintiendo que no era yo realmente», señaló junto con indicar que tuvo la doble presión de «Ser allende y gay»«Ser "el nieto de..." me causaba estrés, porque sentía que estaba traicionando la imagen revolucionaria, la imagen de mi abuelo. Decía soy diferente, y la gente se refería a esa diferencia como los maricones, en todo el espectro político. Había una estigmatización fuertísima», agregó.
En su escuela de Cuba «había un muchacho evidentemente gay y le hacía la vida imposible y yo, que era bien grandulón, lo defendía. Mis compañeros me decían «ya estás defendiendo a tu mujer»», recordó.
Durante su estadía en Chile en la década de los 90, la situación no fue muy distinta.»En cuantos a leyes y cambios sociales era una sociedad de mierda. Sabía que la cosa no era fácil. Yo no soy alguien que va por la calle y la gente se da cuenta que soy gay. Pero otra gente decía «mira ese maricón» y esas cosas a mi duelen. Una vez saliendo de una disco gay me tiraron una botella. Otra , en otra disco, hicieron una redada y me llevaron a la comisaría con un montón de gente. Pasé toda la noche detenido».
Respecto a ello el Movilh puntualizó que la historia de Alejandro, «para los efectos de la nuestra contribuye significativamente a recordar los períodos más oscuros que vivimos las minorías sexuales, y al unísono es una esperanza de que es posible construir sociedades más justas y libres de discriminación».

1 comentario:

Anónimo dijo...

Igual de sodomita q' el abuelo ¿Una AK - 47 podría ser la solución? Ahora quién se lanzará de mariconazo, algún otro izquierdoide, pero claro, nadie como él, a este personaje lo precede la rePUTASIÓN de su abuelo.

¡Saludos Raciales!